La banda desconocida más famosa del mundo. Conozca a: The Residents

Sin más preámbulo, empecemos por lo relativamente sencillo de contestar: ¿Qué exactamente es The Residents?



The Residents son el secreto mejor guardado. Se trata de un colectivo artístico estadounidense que encarna en toda la extensión de la palabra la expresión “avant-garde”. Desde 1972, el grupo ha lanzado más de 60 discos, varios videos (antes de que MTV siquiera viera la luz), cortometrajes, proyectos en CD-ROM (uno de los primeros en explotar las cualidades del medio) y DVD’s. Desde sus inicios, el grupo se ha mantenido en completo anonimato presentándose disfrazados y negándose a dar entrevistas a la prensa. Su sello distintivo es un atuendo de smoking, sombreros de copa y máscaras en forma de ojo gigante. Sobre su música, es difícil. En su discografía de más de 40 años The Residents han experimentado con formatos y estructuras musicales, tiempos, narrativas, la idea básica de lo que un álbum debería ser, por mencionar lo menos. Ok, es cierto, no estamos diciendo nada, pero todo lo que pueda decirse de The Residents siempre quedará corto: surrealistas, experimentales, deconstructores, profanos, grandilocuentes y hasta mafufos.

Curiosamente, cuando uno lee reseñas y críticas de sus discos y videos, siempre parece que el que escribe sólo está dando círculos alrededor de algo que simplemente no alcanza a verse del todo claro, que trata de compensar con términos largos una experiencia demasiado caótica (y para muestra vayan a Youtube y verán cómo sus críticas más atinadas generalmente suelen ser las impulsivas impresiones de sus fans). El problema con The Residents, lo que en un principio los hace tan difíciles y eventualmente tan atractivos, es que parecieran juntar todo en un solo lugar y momento. Se trata de un punto entre un vaudeville y un ritual de iniciación. Sus discos pueden –más o menos- dividirse en dos tipos: aquellos donde hacen pedazos conceptos de la música popular y elaboran auténticos pastiches entre tipos, tiempos, estructuras y sonidos y, por otro lado, aquellos cuyo tipo cae en lo que comúnmente suele llamarse ‘discos conceptuales’, en el que todo gira alrededor de un tema o una narrativa.


Como si no fuera suficiente con la complejidad de su trabajo, todo alrededor de The Residents es un misterio. La leyenda cuenta que emergieron de Shreveport, Louisiana, donde se conocieron en la preparatoria en los 60’s; en 1966 se moverían a San Francisco y, después de que su camioneta se descompusiera en San Mateo, decidieron quedarse ahí, hasta 1972, cuando decidieran retomar el camino a San Francisco. Esta información, como tanta más (básicamente, toda), puede que sea o no inventada. Es extraño que una bandada de desconocidos logre que se diga tanto de ellos.

Los inicios de The Residents son el mejor ejemplo de una mezcla malsana entre ‘querer es poder’ y ‘hágalo usted mismo’. Comenzaron experimentando con grabadoras, fotografía y casi cualquier medio más o menos enfocado al arte. Compraron equipo de grabación e instrumentos de mala calidad y empezaron a trabajar con cintas (sus inicios cuentan de cientos de ellas, inéditas), sin dejar que la falta de talento musical los detuviera. Casi cuarenta años después, esta conducta ácida y aparentemente incauta continúa envolviendo sus presentaciones. Este tipo de actitud dispersa pero obstinada recuerda a otra banda igualmente enigmática aunque efímera como Destroy All Monsters: también de principios de los 70’s, tres de sus cuatro miembros eran artistas visuales de Ann Arbor, Michigan, entre ellos Jim Shaw y Mike Kelley (conocido entre los melómanos por ser responsable del arte del disco Dirty de Sonic Youth), quienes cuentan que adquirían sus instrumentos en K-Mart, jugueterías, ventas de garage y sólo uno de ellos sabía tocar. Desde sus primeros discos y cintas, el espíritu brutalmente arriesgado y experimental de The Residents ha hecho que, testarudamente, hayan logrado desbordar una mezcla volátil de arte y música hasta la fecha. Esto es probablemente lo más sobresaliente de lo que hacen: pareciera como si lo único que supieran antes de trabajar es que algo tiene que salir de todo eso. Lo que en argot de futbol suele conocerse como ‘un gol de riñones’: salir adelante casi a zancadas y empellones. Eso es lo que hace The Residents, darle una forma relativamente presentable a algo que necesariamente terminaría por salir, de las maneras y formas que sean.

Con The Residents, después de una canción de niños en una vieja grabación de mediados de siglo pueden seguir fragmentos de un programa televisivo, después un aria y posteriormente música psicodélica con letras totalmente fuera de lugar repitiéndose ad nauseam, sólo para ver cómo entran props y vocalistas al escenario que de repente se enganchan en una coreografía con una cinta repetida en loop como fondo musical para después pasar a melodías pop aparentemente inofensivas que se cortan abruptamente e inician un ritmo rápido y frenético con voces en coro, para pasar finalmente a un ruido difuso acompasado con percusiones semi-militares. Valga esto como nuestra descripción más sincera de The Residents.


Mp3: N-Er-Gee, de Meet The Residents

Mp3: These boots are made for walkin', de Meet The Residents




Aunque abarcar toda la discografía de The Residents es simplemente ridículo (más de 60 discos a la fecha, sin contar su trabajo multimedia), existen algunos álbumes esenciales para comprender lo que hacen en el escenario que bien vale la pena mencionar. Por ejemplo, The Third Reich n’ Roll, de 1976 se trata de un pastiche de rock sesentero en el que toman varias canciones cortadas, sobre-grabadas, aceleradas y editadas con nuevas voces y ruidos. Extraño y peligroso para cualquier banda, The Residents no inicia su experimentación más cáustica en el escenario sino en el estudio. A través de sus discos, exploran soluciones innecesarias para problemas inexistentes. Por ejemplo, para Fingerprince, de 1977, intentarían grabar el que sería ‘el primer disco con 3 lados’, un proceso posible al acomodar los surcos de uno de los lados del vinil para que tocara una serie de canciones totalmente distintas de acuerdo a dónde se colocara la aguja, proyecto que abandonaron cuando descubrieron que Monty Python ya lo había hecho. Otra pieza fundamental es Eskimo, de 1979, lleno de sonidos no musicales, percusiones y voces inarticuladas, algo más cercano a ‘acciones’ grabadas y sin diálogos. Asumiendo su posición, avanzada a su tiempo, entendían que sólo ellos podían burlarse de sí mismos y echar a perder lo que nadie se tomaría la molestia de echar a perder. Tomaron Eskimo para remezclarlo y el resultado fue Diskomo, de 1980, en el que las piezas son rehechas en estilo Disco. Eskimo es un eslabón clave para entender el curso de su trabajo, tanto así que en 2003 fue reeditado en sonido surround en DVD en 2003 (lo cual es mucho decir cuando tu discografía rebasa los 60).


Mp3: Diskomo, 2004

Mp3: Ship's a goin' down, de Not available, 1978


El Commercial Album de 1980, consistía de 40 canciones de un verso y un coro de un minuto cada una. Las canciones tomaban prestada con sorna la estructura del jingle publicitario y, de acuerdo a las instrucciones, debían tocarse 3 veces seguidas a fin de formar una ‘canción pop’. Como si no fuera suficiente, compraron 40 espacios de publicidad radial de un minuto en la estación más popular de San Francisco, de manera que cada una de las canciones del álbum fue tocada durante tres días. He aquí un ejemplo:


Mp3: Hit the road Jack, de Commercial Album, 1980




Hacia principios de los 80’s The Residents comenzarían a utilizar su disfraz distintivo en presentaciones totalmente fuera de control que incluían monólogos sin sentido entre canciones, luces fuera de control o animales inflables y coreografías. Algunos de sus shows de esta época incluyen una revisión totalmente personal de la historia de la música estadounidense e historias bíblicas.


Mp3: Jambalaya, de Stars and Hank forever




Por otro lado, sus proyectos multimedia son igualmente copiosos y multiformato: The Vileness Fats fue una película filmada entre 1972 y 1976 que juntó una cantidad de material inaudita que nunca fue terminada; en los 80’s lanzaron su primer VHS, The Mole Show / Whatever happened to Vileness Fats? y en la primera mitad de la década de los 90’s, The Residents comenzaron a obsesionarse con algunos de los primeros resplandores de la tecnología informática (por ejemplo, grabando en MIDI). En 1991 lanzaron el CD-ROM Freak Show y en 1992 el Laser Disc Twenty Twisted Questions. Icky Flix fue su primer lanzamiento en DVD en el 2001, en el cual reúnen sus primeros videos (mismos que integran la colección permanente del MOMA) y a mediados de la década pasada ya trabajaban en proyectos en línea como River of Crime o Timmy, un proyecto de videos semanales en Youtube y The Bunny Boy. He aquí varios ejemplos:


Video: The Residents: One Minute Movies

Video: The Act of being polite

Video: Picnic boy

Video: Constantinople

Video: Satisfaction

Video: Gingerbread man

Video: It's a man's, man's, man's world

Video: Elvis Presley's teddy bear


A partir de la década pasada, las presentaciones de The Residents giraron de incorporar a varios músicos en el escenario a reducir su alineación a sólo 3 elementos y reforzar la idea de banda en vivo. De esta década, su discografía recorre más de una veintena de álbumes.


Mp3: Beyond the valley in a day in the life, de Jefferson, 2000

Mp3: Pieta Piper de 12 days of Brumalia

Mp3: Stop signs, 2006

Mp3: Elevation, 2006



Para esta presentación en Aural, The Residents presentan Talking Light, el cual incluye a un cantante, Randy usando una máscara de anciano y a los otros miembros utilizando pelucas con dreadlocks y lo que parecieran ser máscaras anti-gas. Los temas alrededor de Talking Light son tan claros como los de toda su producción: hermanos invisibles, asesinos seriales ficticios, personas en espejos, por mencionar algunos.


Mp3: The golden goat, en vivo en Düsseldorf, 2003

Video: En vivo en Oslo, 2007 parte 1 y 2

Video: Icky flix-Where is she?+Intermission, Toronto, 2008

Video: En Göthenburg, 2008

Video: My nigerian friend, en Göthenburg, 2008

Video: Bunny boy, en Praga

Video: Intro, en Estocolmo

Video: Con Wormwood, Burn baby burn

Video: One minute movies en vivo, 2001


Sólo por esta ocasión, lo confesamos: el objetivo de este post no es dar la suficiente información de The Residents para que tengan los elementos necesarios para poder decidirse a ir. Es más bien dar los datos suficientes para incitar a cualquier melómano o curioso a asomarse a una de las bandas más provocadoras y fuera de control en el escenario. Si aún no tienen idea de qué se supone que se deba esperar de una presentación como la de The Residents en vivo, tomen un recipiente y mezclen la extravagancia performática de Paul McCarthy, el Do It Yourself sonoro de Destroy All Monsters, el workaholism de Frank Zappa, la psicodelia del Captain Beefheart, la magia de Penn & Teller, la exhuberancia de un espectáculo de Las Vegas y tal vez sigamos quedándonos cortos:

Lo que hace The Residents, lo que han hecho durante 40 años, es simplemente un pandemonium.

Wormwood-Abraham / Kill him!, 2007



The Residents (EU)
Martes 15 de marzo, 21:00 horas
Lunario del Auditorio Nacional
Donativo: $400